viernes, 4 de junio de 2010

Limitar la pesca del salmón no tiene sentido si al mismo tiempo se tira basura al río

G
uillermo Giannico asegura, entre risas, que fue el primer argentino que dijo que quería ser ecólogo. Tenía cinco años cuando pronunció la palabra mágica, ésa que le daría título profesional: «Entonces la gente adulta no sabía de qué hablaba», recuerda. Trabaja desde hace 14 años como investigador y profesor en la Universidad de Estado de Oregón, en Estados Unidos. Empezó a estudiar los salmónidos en 1991; estos días participa en el congreso internacional sobre estos peces que se celebra en Luarca y que debate sobre el futuro del salmón.