E
mpezaba el otoño, los prados renacían, la hierba había crecido fresca y vigorosa con las últimas lluvias de septiembre. Los castañedos robledales y pomares que en hondonadas y laderas se extendían sembrados por el ancho valle se destacaban sobre prados y maizales en tonos oscuros. La paja del trigo escaso, amarilleaba entre tanta verdura... Las casas de labranza y algunas quintas de recreo blancas todas esparcidas por sierra y valle reflejaban la luz como espejos....."
Así es como Leopoldo Alas "Clarín" describe en este fragmento hermosamente nuestro otoño.. y es esta época del año, en la que más disfruto, deambulando de piedra en piedra.. el olor a tierra mojada por las gotas de rocio, la chopera dorada tintineante en la orilla del río, las hojas aureas y las rojizas quebradizas en mis olvidadizos pasos.
El agua negruzca roza mi mano.., el blando movimiento del sur restriega mi frente, mientras lentamente veo desaparecer su aleta, su vivaz movimiento le abrió las puertas de mis manos, su errante vida de horizonte sin destino, tal vez vuelva a cruzar nuestros caminos, de cualquier manera ciertas sensaciones nunca serán fruto de las brumas del olvido.
El río manso susurra de promesas, llena de suspiros y buenas palabras mis oidos, otro pez se debate torciendo las fibras de carbono, estirando y torsionando el hilo... una rafaga provoca la caida clara de las hojas llevandose al infinito el pensamiento... en sus ojos veo pelear las llamas de la vida, su mirada vieja y cansada... la libero como el que libera palabras al viento, me estremezco... un remolino de sentimientos recorre mi cuerpo.
El tiempo pasa y el otoño arraiga en el alma.. en la lejania aullan los canes avidos por el rastro de la presa.. la trucha salta y la lavandera asoma.. la melancolia trepa monte adentro de las venas, la temporada se acaba y son muchas las imagenes cuajadas en la mirada.
El otoño es como un cuadro echo por pintores, donde trazo esbozos y retazos con la tinta que llena mis desvelos. El hilo, la pluma y el anzuelo estarán presentes en este invierno, donde un sueño ateo me desprende de recuerdos... recuerdos del ayer... recuerdos de amigos... recuerdos del otoño... recuerdos de donde pasa el agua, lugar en donde pierdo el alma.
5 comentarios:
Me gusta, y mucho, Gaizka!!!,
dan ganas de estar contigo en el río, diciendo eso de:
-"Maaaaaaaaadre mía",
-o eso otro de "aivaaaaaaaaaaaaa"
UN ABRAZO Campeón!.
Hno. de los anzuelos, Gaizka:
Mojar los pies y las manos en el "rostro" de un río,...es como lo sientes,...yo también,...algo sublime.
Un apretón de manos, un abrazo, una mirada cómplice del paisaje encantador, y...
un afectuoso sapukay.-
Vas por el camino de Leopoldo, Gaizka.
Creo que Clarín no llegó a conocer la pesca con mosca porque seguro que el otoño lo describiría de otra manera.
Saludos.
Preciosa y melancólica entrada Gaizka.
Espero que pronto podamos pasar buenos momentos a orillas del Leizaran.
Un abrazo.
muy buena narración!!!!!!
Que facilidad para expresar lo que tanto nos gusta!!!!!
te mando un abrazo
Second
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