C
omo casi siempre que tengo un día libre me cuesta madrugar, a pesar de mi propósito de sacar buen partido a la mañana, la pereza me aventaja y hace varias horas ya, que los rayos de sol rompen la oscuridad a través de las rendijas de mi habitación. Me incorporo recordando ese par de excesos de la noche anterior que tuercen la faz de mi cara en forma de mueca, y me apresuro, se que mi encuentro con el río alejará todo mal.
Voy devorando kilómetros por la carretera, entre preciosos hayedos y robledales, el cuerpo vibra por el estado del maltrecho asfalto. Tras unas curvas me asalta un ciervo, que con su estoica cornamenta gira y se pierde entre los brezos. Ya vamos llegando, y el río asoma, se le ve triste de agua, e invadido por una ingente cantidad de plantas acuáticas.
Aparco añorando una sombra y bajo por la vereda a echar el vistazo de rigor, el río baja muy manso en esta zona, tal vez demasiado. A mi izquierda observo un llamativo borbotón, se trata de una trucha de unos 30 cm. que merodea en busca de llevarse algo a la boca, un poco más abajo veo otra y otra más, se les ve activas, no obstante por la superficie del agua revolotean danzarinas, una cantidad ingente de efemeras.
Bajo unos 50 m más mirando con avidez el agua, acercándome poco a poco al rebaño que pasta tranquilamente en la era, cuando entre ellas asoma el ladrido de dos imponentes mastines que guardan con celo el encargo de su amo. Buen detonante para decidir que ya había oteado suficiente y recorrer el camino de vuelta.
El sol aprieta tanto, que no dan ganas de vestirse y decido almorzar un taco queso y un poco de la orza a la fresca sombra, allí me junto con un paisano mayor, al que convido a relatar las añoranzas pasadas junto con mis pobres viandas.
- Se salían por los praos!!… mientras prende un cigarro… antes había de todo para todos.., se cogían para comer y sacar un duro... y los cangrejos que había no esta mierda introducida que ahora tenemos… ya no queda nada blasfema!!
El tiempo pasa y la conversación deriva como mosca ingrávida por el agua... la ausencia de trabajo el envejecimiento de la población rural... la crisis… El tiempo transcurre remendando problemas, el calor y la bota de vino, parecen agudizar el ingenio de este hombre, creo que es hora de vestirse y marchar.
Me despido amigablemente, con fuerte apretón de manos y desciendo caña en mano, por la rivera... Empezare antes de avistar al rebaño.., se trata de una bonita tabla de unos 50 cm. de profundidad, me asomo por un viejo tocón, y veo unas cuantas.., algunas puestas otras viajeras se pelean por una zona mejor.
El elástico sauce asoma sus verdes ramas desde la orilla, y a la salida de sus frescas hojas come una bonita trucha... mi espacio es limitado, estoy rodeado de vegetación y se que si me introduzco en el agua, será como decir adios. Descuelgo mi línea como buenamente puedo, y consigo rodarla hasta posar la mosca a un palmo de la cabeza del pez. La mosca se precipitó de manera brusca y con un chasquido de lengua, vi como el ejemplar salía disparado como alma que lleva el diablo.
Un poco más a la derecha, ubico otra trucha así que replanteo mi lance… por momentos no veo al pez, pero la mosca baja correctamente a su posición... al llegar a su altura, la subida es brutal, como si la mosca bajara rayando y le metiera un coletazo para hundirla, trato de clavar y no atino la mosca pace sobre las altas ramas del aliso tras de mi.
Un suspirito de, “pues si que empezamos bien” y cambio de mosca... parecen volar eccdionuros, así que me decanto por esta imitación. El calor me sofoca y desde la orilla no puedo atacar, así que decido adentrarme en las aguas tratando de minimizar mis ondas, refrescándome este sudor que escurre por mis mejillas
La tabla contiene abundantes peces aposturados, un pequeño curvo al sauce llorón hace subir a una mediana trucha que absorbe la mosca como el que saborea un delicioso postre. La clavada es firme y la trucha pelea estoicamente hasta verse atrapada en mi red, con mucho mimo la libero para que vaya a contárselo a sus hermanas. Seco la mosca y ya diviso otra... la mosca desaparece como una replica exacta de la captura anterior... me obliga a apretarla para sacarla de las abundantes algas y finalmente la aterrizo en mi mano, esta constituida perfectamente pero yo juraría que la librea de la anterior era diferente... en fin veremos….
Dos pasos más arriba ya tengo otra... esto promete!!! Junto a un ranúnculo diviso un bonito ejemplar... al sentirse clavado busca la vegetación dejando la mosca allí prendida como recuerdo.
Un par de truchas más, me dicen que debo cambiar el terminal a un 14 o algunas de nuestras amigas se llevarán un doloroso souvenir en sus labios. Un buen ejemplar se debate ante mí y en sus coletazos se desprende… Tras alguna captura, las truchas de la tabla comienzan a recelar... lo cual me motiva más... eso de ver como la trucha asciende y en el último momento rechaza, es muy grande.
Las truchas se siguen sucediendo, estoy disfrutando con lances entre pasillos plagados de abundante vegetación donde las truchas comen y muchas se enredan... me sorprende el tamaño de estos peces y sobre todo sus diferentes libreas así que decido sacar alguna foto..
Las horas se convierten en minutos… son las 19:30 y la tabla se me acaba apenas he recorrido 40m pero me veo inmerso, hasta que unas voces que me entresacan de mi ensimismamiento, llevo dos pescadores a dos cañas tras de mí. Comentamos lo bien que se esta dando, que ellos han estado en otra zona, donde el río es mas ancho y con más corrientes, así que allí me dirijo.
Las corrientes son agradecidas pero noto que aquí las truchas son algo más pequeñas. El paisaje es más abierto, me fundo en la soledad del río y en el sonido de los corzos al detectar mi olor. El implacable sereno se acerca y el río burbujea, en la cabecera de los pozos siempre guarda algún buen ejemplar, rompiendo dos buenos peces entre la vegetación. Entre suertes y desatinos voy cerrando el día, una sonrisa refleja mi rostro, atrapado entre tanta belleza me siento en la vera y entre dos luces disfruto como un niño pequeño del candor del río.
Un saludo.
10 comentarios:
Vaya relato que te has currado.
Creo que las fotos y los recuerdos de la jornada ayudan mucho a ponerse a crear esta fabulosa entrada.
Y el valle excepcional.
Un saludo y a seguir así.
Excelente jornada y grandes truchas.
Yo tambien he pescado tranquilamente contigo en tu blog.
Un abrazo
Bonito relato y bonita fotos. Si que parece haber una importante mezcla genética por lo que reflejan las fotos, aunque también es verdad que son preciosas.
Hno. de los anzuelos, Gaizka:
¡¡¡Qué bello lugar!!!
¡¡¡Qué preciosura!!!
Es para quedarse toda la vida allí.
Tu andar "fué acompañado" por el mío,...sólo que no me viste, ja ja.
Un abrazo enorme y,...
Un afectuoso sapukay.-
Muy bueno el relato, como todos, yo tambien he pescado contigo.
Saludos
Amigo, hacia mucho tiempo que no pasaba por aqui, como siempre el Blog con la mejor info ambientalista y de pesca. Es fenomenal este post.
Un fuerte abrazo desde Mendoza, Argentina.
Enhorabuena por la tremenda jornada en el Ucero, y es que este río es inconfundible por la belleza de su cauce y la de sus truchas.
Lástima que le falte ahora un poco de caudal, pero las truchas siguen ahí y, como veo en la entrada, bien activas y bien GORDAS.
Para mí, que soy soriano, tener un río como este en la provincia, es un motivo de satisfacción y de gozo, lo que contrasta con la mala gestión de otros ríos, como el Jalón y otros riachuelos.
un saludo y que tengas buena pesca.
Gracias a todos por vuestras grandiosas palabras, tal vez lo bonito de los blogs es poder compartir experiencias y sentimientos con lo demás. Me alegro que hayais disfrutado leyendo esta entrada tanto como yo disfruto y aprendo de vuestras entradas en vuestros blogs.
Sinceramente, gracias a todos.
Un relato preciosos. Con tus palabras nos has llevado a tu lado por ese preciosos río.
Felicidades¡¡¡
Bonito relato de un rio que no conozco pero..con sus aguas de manantial,etc es inconfundible,saludos.
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