viernes, 21 de marzo de 2008

Río Pigueña.

Música opcional "Enya"
N
os trasladamos a Asturias a la cuenca del río Pigueña, un espacio privilegiado desde el punto de vista medioambiental, con numerosos espacios vegetales y autóctonos. El sector sur oriental del concejo forma parte del Parque Natural de Somiedo.
Su orografía está determinada por la Región de Pliegues y Mantos de Somiedo, con una antigüedad geoestructural de 350 a 550 millones de años, todos estos empujes orogénicos formaron unas barreras de montañas, cuyo principal eje, lo constituye la cuenca del río Pigueña que actúa como un pasillo, atravesando de sur a norte todo el municipio.
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Dicen que el nacimiento del Pigueña se sitúa en las cumbres del Cornón, tras regar las fértiles praderas de la Requeixada, aún cerca del nacimiento, a 1170 metros de altitud nos encontramos en La Pornacal. Forman el conjunto de la mayor braña del concejo los barrios del Río, la Prida, treinta y tres teitos de escoba, unidos por un puente restaurado a ambos lados del cauce Pigueña. Las brañas son pequeños poblados serranos de teitos o chozas rectangulares de techo vegetal, escoba o piorno, y paredes de piedra caliza, utilizadas por los ganaderos de Somiedo para resguardar el ganado. También forman parte de estas minúsculas aldeas otras construcciones de techo de teja, grandes vigas de "cierno" y varas de avellano, que son las que dan la forma helicoidal a las cabañas. En las de la Pornacal en concreto su techumbre está hecha con ramas de piornos. De planta rectangular con dos alturas, la inferior aprovechada como cuadra para el ganado y la superior como dormitorio y tenada... .
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Al otro lado del río, al oeste, uno de los reductos más señalados e importantes del oso, el bosque de Las Sendas (refugio asimismo de urogallos). Si caminamos en silencio, sobre todo al amanecer, en ocasiones podemos contemplar algún venado o corzo pastando por las praderas cercanas.
Según vamos descendiendo nos encontramos con el pueblo de Villar de Vildas lugar en el que se acaba la calzada, está asentado en los inicios del nacimiento del río Pigüeña, y en la cabecera del valle del mismo nombre. Vale la pena dar un paseo por sus angostas calles y contemplar bellos ejemplos de arquitectura tradicional asturiana, con casas de dos plantas, la baja dedicada a cuadras y en la superior la vivienda. Un buen número de vetustos hórreos se encuentran distribuidos por todo el pueblo, un pueblo con ambición turística, en donde se han rehabilitado varias casas y construido varios hoteles dedicados al turismo rural, cada día con más auge dentro del concejo.
El río según va descendiendo, va tomando forma, lamiendo agreste la roca desnuda, viendo a su paso poblaciones como Cores, Belmonte, Pigueña, Selviella...
Los ríos Saliencia, Las Morteras y del Valle, nacen en la parte norte de la cordillera Cantábrica y ceden sus aguas al río Somiedo que a su vez las fluye en el Pigüeña, en la población de Aguasmestas, lugar donde, además se celebraron famosas ferias de ganado.
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Casi la totalidad de la red hidrográfica de Somiedo es aprovechada para su transformación en energía eléctrica en las centrales de la Riera, La Malva y Miranda
La Central hidroeléctrica de Belmonte de Miranda data de 1964 y una vez aportada su energía en los grupos de la central, el agua es canalizada por el túnel de desagüe de tres kilómetros de longitud, los últimos metros en canal a cielo abierto, siendo restituida al río Narcea en el pozo salmonero de Las Mestas justamente al lado de la desembocadura del río Pigüeña del cual procedía. La potencia total del salto es de 64.000 kilowatios (Kw.) y la producción media anual de 260 millones de kilowatios hora (GWh).
El pozo de las Mestas era especial, en él desemboca el río Pigueña, donde frezan la mayoría de salmones y reos que remontan el Narcea, dado que el cauce de éste último ve interrumpido el camino hasta los frezaderos por la presa de Calabazos, maravilla de la ingeniería y chapuza de la ecología.
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Dicen que el río Pigüeña es el único río de Asturias que cuenta con el «único núcleo» de población de salmón autóctona de Asturias. Así se desprende de las investigaciones llevadas a cabo por el departamento de Genética de la Universidad de Oviedo en colaboración con la sociedad de pescadores Las Mestas del Narcea. Según este estudio, la única colonia de esguines de salmón atlántico «100%» salvajes se localizan en los tramos del Pigüeña a su paso por Belmonte.
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En Belmonte, una de las principales zonas de freza de la cuenca del Narcea, han sido hallado alevines de salmón que han mantenido intacta la variable genética asturiana del salmón atlántico. O lo que es lo mismo, son herederos directos de los primeros ejemplares que llegaron a Asturias a desovar.


Historia

El concejo apareció en la Edad Media como un territorio de contornos no definidos. La historia de este concejo está unida a la construcción de un monasterio, La Villa Lapideum, fundado por la reina Velasquita esposa del rey Bermudo II de León, que reunió en una sola propiedad varias dispersas. Bermudo III Permutó esta propiedad con los Condes Pelayo Froilaz e Idontio Ordoniz, por otra de éstos que estaba en Galicia, donde fundaron un monasterio. Alfonso VII lo puso bajo su protección consolidándolo como señorío territorial y jurisdiccional. En los actuales territorios había dos jurisdicciones, la primera con capital en Selviella y el segundo el de Lapedo, donde había un pequeño poblado de nombre Belmonte. Las gentes de las tierras monásticas vivían bajo una férrea jurisdicción de los abades, las que habitaban Miranda tenían representantes propios en la Junta General del Principado de Asturias. En 1827 pasa a ser por decreto agregado al concejo de Miranda, estableciéndose en ella la cabeza del partido judicial. Entonces el monasterio, que había sido el centro de la actividad del concejo, desapareció por la desamortización de Mendizábal. A raíz de la desamortización de Mendizábal de 1835, el monasterio se desintegra. En él fue investido Jovellanos, en 1792, caballero de la Orden de Alcántara.
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Hasta entonces las familias habían vivido en régimen de servidumbre. El mayor colectivo era el de los vaqueiros de alzada, que tenían propiedad sobre los rebaños. Esta dedicación ganadera del concejo sufrió un paréntesis cuando se construyó el Salto de Miranda por parte de Hidroeléctrica del Cantábrico, que aportó más de mil puestos de trabajo.
El despoblamiento y la alteración de las estructuras es una constante durante el último siglo. El concejo ha perdido muchos habitantes, pasando de siete mil a unos dos mil en este período de tiempo. Sin embargo, este descenso fue moderado hasta los últimos treinta años, debido a la migración hacia zonas industriales y mineras. Las partes bajas del concejo, mejor comunicadas y con más agricultura y ganadería sufrieron un descenso mucho menor.
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Fauna y flora.

Debido a la existencia de zonas relativamente elevadas, y su secular aislamiento permitió que llegara hasta nosotros, con una importante masa arbórea, en la que dominan las especies forestales autóctonas, como impresionantes bosques de robles, de espinares, de castaños, etc...
Por encima de los 800 metros abundan las zarzas, helechos favorece la presencia de varias especies de montaña, entre las que se encuentran el Rebeco, Águila Real, Armiño, Acentor Alpino, Gorrión Alpino, Verderón Serrano, Mirlo Capiblanco, Topillo Nival, Perdiz Pardilla, Tritón Alpino, Lagartija Serrana, etc. Un segundo aspecto es el relativamente escaso deterioro que ha sufrido la cubierta vegetal somedana si se compara con otras zonas de Asturias, lo que contribuye a la existencia de numerosas especies propias de zonas forestales, como el Corzo, Venado, Ardilla, Marta, Lirón Careto, Lirón Gris, Gineta, Gato Montés, Topillo Rojo, Jabalí, etc. Por último, debido a la escasa presencia humana, con la densidad más baja de Asturias (en torno a 6 habitantes por kilómetro cuadrado), y a la dificultad de acceso a muchas zonas del concejo, Somiedo constituye en la actualidad un refugio para varias especies cuya área de distribución está claramente cercada por el acoso humano, como el elemento faunístico más relevante, dentro del área considerada, el "oso pardo cantábrico". El oso encuentra aquí las condiciones adecuadas para su desarrollo y supervivencia: bosques extensos, zonas de refugio relativamente poco accesibles, etc.
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El lobo mantiene igualmente una población destacada en este sector, con áreas estables de cría y presencia de grupos familiares de relativa importancia.
Otro de los mamíferos con estatus proteccionista es la nutria, presente en la mayor parte de los ríos que discurren por la zona con distintos grados de abundancia.
Entre las aves adquiere un mayor interés el urogallo con una presencia notable para el conjunto regional.
Reptiles y anfibios están, asimismo, ampliamente representados, destacando los asociados a zonas húmedas.

Saludos.

4 comentarios:

Varo dijo...

Gran descripción Gaizka, no tenia ni idea de muchas de las cosas que cuentas. Gracias.
Un saludo

Josiño dijo...

Río muy chulo y truchas fantásticas. Como siempre una descripción muy completa.

Anónimo dijo...

Muy completo tu post, y la trucha tampoco esta nada mal.

Saludos

farioreo dijo...

que bien te lo has currado.Otro rio que entre las centrales y la pesca extractiva no nos da todso su gran potencial en un bonito entorno.saludos.