Un dia de Reos.

Este año no pude dedicar muchos días de pesca a una de mis especies favoritas "el reo", pero en un par de ocasiones recibí la llamada de amigos para que les acompañase en busca de este esquivo pez y no quería faltar a esta cita aunque fuera sin llevar caña en ristre.





Una buena mañana de agosto sin madrugar, tras un opíparo desayuno en la localidad de Panes, nos plantamos en la vera del río Cares, yo había oído a amiguetes que había buena entrada de reos pero aún no había tenido oportunidad de pisar el río.




Lo primero que hicimos fue dar un breve paseo en las inmediaciones del lugar que mi compañero Jorge iba a pescar tratando de localizar algún esquivo reo, y la verdad es que vimos unos cuantos que pacían como si estuvieran sesteando, aún así, verlos siempre alegra la vista, hasta avistamos algo inusual, "un guarda" lamentablemente no era de la zona y nada sabía de estas aguas.




Enarbolamos la caña de Jorge con un buen bajo, insertamos una micro mierda en el puntal para pescar a seca y nos fuimos al ruedo. El día estaba precioso, el sol ya rondaba lo alto y empezamos a varear sobre un buen pozo sin fortuna, le seguía una bonita chorrera que coronaba en otro bonito pozo y las ansias del comienzo se iban tiñendo un poco de desazón, fue en ese breve impás del mediodía cuando algo cambió, los reos cogieron postura y empezaron a sucederse francas tomadas a la imitación, siempre que esta derivase de manera correcta.




El día se tornó divertido, con carreras, capturas, roturas, fallos y muchas risas y así continuó hasta cerca de las cinco de la tarde momento en el que viento se levantó, el río se cerro y apenas conseguimos mover nada más, recogimos los bártulos tomamos una fresquita cerveza y regresamos con una animada conversación, no se le puede pedir más a un día entrañable en buena compañía.


(Acompañando a buenos amigos en el Sella)
Salud.