Tipúlidos

Música opcional "Evanescence"
S
entado a la orilla del río astur Cares, descansando un poco del trajín de idas y venidas en pos de los peces, aprovechando que el sol menguaba y descubría un sin fin de colores y curvas, que más de las veces pasan desapercibidas ante la miradá divagante del pescador, ésta fue a posarse en el vuelo errático de un tipúlido. El invertebrado raseaba vacilante la mansa placa de agua, despistado como sin rumbo, hasta que una explosión en la superficie del agua lo hizo desaparecer. El repiqueteo incesante de nuestro pequeño amigo despertó la curiosidad del depredador dando lugar a lo que Darwin denominaba “selección natural”.



Esta familia de los dípteros, me recuerda mi niñez cuando recorríamos las orillas con el cebo natural buscando los barbos en un río de aguas negras fruto de la industrialización. Todas las semanas esperando con premura el fin de semana en las que aquel viejo tren nos arrancaba lejos de la bulliciosa urbe, y una vez allí si el río bajaba alto buscábamos entre las piedras de las orillas las ansiadas larvas de típulas, aquellos pequeños seres a veces nos deparaban gratos recuerdos.



Desde entonces nunca volví a prestar recuerdo de este insecto, y eso que dicen que hay más de 15.000 especies diferentes en el mundo, tan sólo en algunas noches lóbregas, alguno acude a la llamada de la luz de nuestros hogares, donde se ve atrapado o expulsado por el poco aprecio que demostramos a estas inesperadas visitas, haciendo gala también de nuestra propia selección natural.


En el aspecto práctico jamás se me ocurrió tratar de imitar su estadío de imago, creo que al igual que otras especies, como el gerris o zapatero, carecen de relevancia, tal vez alguno de vosotros la use con cierta asiduidad y me saque de mi error, de todos modos no deja de ser un insecto curioso del que os describo algunos detalles.



Tipulidae.
Suborden Nematóceros, frecuentan zonas húmedas del sotobosque, aunque se encuentran adaptados a gran variedad de ambientes incluso especies que viven asociadas a nidos de aves y mamíferos. El periodo de emergencia de los adultos puede variar dependiendo de las especies pero suelen ser frecuentes en primavera y en el otoño. Las hembras emergen, copulan y suelen poner la mayoría de los huevos dentro del primer día. Cada hembra suele colocar entre 200 y 300 huevos en el suelo y estos requieren condiciones húmedas para su desarrollo. Las larvas se suelen alimentar de pelos de las raíces del suelo y cuando se van desarrollando pasan a ser algunas especies forrajeras comiendo tallos y plantas. Estas mudan cuatro veces antes de convertirse en pupa, momento que suele coincidir con las temperaturas bajas del invierno.

Saludos.